
Durante el verano, nuestros pies están más expuestos que nunca. Caminar descalzos en playas o piscinas, el uso de calzado abierto y la humedad constante pueden provocar la aparición de hongos, infecciones, grietas, mal olor o lesiones. Por ello, el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha compartido cuatro recomendaciones clave para proteger la salud de nuestros pies durante esta temporada.
1. Revisa tus pies con un podólogo antes de aplicar esmalte
Antes de embellecer tus uñas con esmalte, es esencial asegurarse de que no hay ninguna afección como hongos u otras infecciones. Una revisión con un podólogo permite valorar el estado de la piel y las uñas, realizar un corte correcto, retirar durezas y detectar posibles patologías que requieren tratamiento.
Además, el profesional puede indicarte si es adecuado esmaltar las uñas o si hay alguna contraindicación. También te orientará sobre el calzado más apropiado según tu tipo de pie y el uso que le vayas a dar durante el verano, para prevenir molestias como la temida fascitis plantar.
2. Escoge un calzado con buena sujeción y materiales naturales
El tipo de calzado que elijas puede marcar la diferencia entre un verano cómodo o uno lleno de dolores. Es recomendable optar por zapatos que se ajusten bien al pie, especialmente en el empeine y el tobillo, con suelas antideslizantes y capacidad de amortiguación.
Los materiales naturales, como la piel, permiten una mejor transpiración, reducen la sudoración y evitan la proliferación de bacterias y hongos. Este tipo de calzado ayuda a proteger la estructura del pie y prevenir problemas derivados del uso prolongado de calzado inadecuado.
3. Evita el uso prolongado de chanclas y zuecos de plástico
Aunque las chanclas y los zuecos de goma o resina son muy populares en verano, su uso prolongado no es recomendable. No ofrecen sujeción adecuada, aumentan la sudoración y favorecen la aparición de ampollas, rozaduras e infecciones.
Además, su diseño hace que el pie se mueva de forma inestable, lo que incrementa el riesgo de caídas y lesiones. Desde el ICOPCV advierten que este tipo de calzado debe usarse solo en momentos puntuales, como en la piscina o la playa, y no como calzado diario.
“La excesiva amplitud de los zuecos tampoco es adecuada, puesto que el pie se mueve de forma descontrolada y aumenta el riesgo de fricciones y ampollas. El diseño de estos modelos, como las chanclas de de dedo, es sólo para momentos determinados y lugares apropiados, no para que sean el calzado de diario”
4. Seca bien tus pies e hidrátalos cada día
La humedad es una de las principales causas de infecciones por hongos en los pies. Por eso, tras cada baño es fundamental secar cuidadosamente los espacios entre los dedos.
Además, aplicar una crema hidratante diariamente, especialmente en los talones, ayuda a mantener la piel elástica y evitar la formación de grietas dolorosas. Una buena rutina de cuidado e hidratación puede prevenir complicaciones comunes durante el verano.
Cuidar nuestros pies en verano no solo mejora su apariencia, sino que es una cuestión de salud. Realizar una revisión con el podólogo, usar el calzado adecuado, evitar chanclas como calzado habitual y mantener una buena higiene e hidratación son hábitos que marcan la diferencia. Por último, desde el ICOPCV recuerdan que es fundamental acudir siempre a profesionales colegiados en centros sanitarios autorizados, para garantizar una atención segura y cualificada.
Articulo escrito por el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV)