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El 92% de los españoles considera que el sentido de la vista es el más importante. Sin embargo, un 30% de los españoles no se revisa periódicamente su visión

El Libro Blanco de la Salud Visual en España 2022 elaborado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, la Sociedad Española de Optometría y la Fundación Salud Visual señala que el para el 92% de la población el sentido de la vista es el más importante.

Las cifras obtenidas de este amplio estudio señalan que tres de cada cuatro ciudadanos de nuestro país aseguran tener problemas de salud visual. Sin embargo, un 30% de la población no revisa periódicamente su visión, es decir, un millón y medio de valencianos no cuida su salud visual y esto además del problema sanitario que supone, provoca otros riesgos añadidos como que más de 500.000 conductores se ponen al volante sin haber revisado su visión, con el peligro que implica para la seguridad vial.

Entre los que sí cuidan su salud visual, la mayoría, acuden a los establecimientos sanitarios de óptica para recibir la atención del óptico-optometrista como profesional sanitario primario de la visión. De hecho, cada año, los 2.400 ópticos-optometristas que ejercen en las 1.300 ópticas de la Comunidad Valenciana realizan más de tres millones de revisiones visuales.

En este sentido, el Libro Blanco de la Salud Visual señala que la revisión mayoritaria es la anual con un 56% de la población, un 26% acude una vez cada dos años y un 12% cada seis meses. Siendo la población de 18 a 35 años la que menor tendencia tiene a revisarse periódicamente la visión respecto a los tramos de mayor edad.

La mayoría de las personas que tiene problemas de visión presentan defectos refractivos. Estos errores refractivos, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, y/o la presbicia no son patologías, son anomalías o trastornos visuales normales en las personas.

La presbicia, por ejemplo, es un trastorno de la visión común, (cerca de 24 millones de españoles la tienen), siendo una condición fisiológica normal que afecta a la capacidad del ojo para enfocar objetos cercanos. Actualmente, más de 3,5 millones de españoles entre 40 y 44 años empiezan a notar los síntomas iniciales de la misma, como dificultad para leer letras pequeñas, necesidad de alejarse el texto para verlo con claridad, fatiga visual al realizar tareas de cerca y/o dolores de cabeza asociados con el esfuerzo visual.

La miopía, una pandemia

La miopía es la disfunción que destaca por encima de todas, considerada ya por Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia por las cifras que arroja.

En la actualidad, el 37% de la población española presenta miopía, y tiene aún mayor incidencia en niños y adolescentes, entre los que no deja de aumentar año tras año. De hecho, se calcula que en 2050 la mitad de la población mundial será miope. «La miopía es ya un problema de salud pública que debe de ser controlado y desde la optometría ya se aportan buenas soluciones para frenar su avance», señala Andrés Gené, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana.

La realidad es que esta disfunción visual provoca numerosas molestias en la vida diaria y cargas económicas a las personas que la sufren, además, tener una miopía alta es un factor de riesgo que puede generar, con el paso del tiempo, daños graves en los ojos.

La importancia de la salud visual

La Asamblea Mundial de la Salud ha refrendado el Informe Mundial de la Visión de la OMS para esta década, que insta a los poderes públicos a promover la salud visual en el cuidado integral de los ojos, y en concreto, en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de la visión.

La salud visual y la visión tienen amplias y profundas implicaciones en muchos aspectos de la vida, el desarrollo sostenible y la economía. Sin embargo, hoy en día, muchas personas, familias e incluso poblaciones siguen sufriendo las consecuencias de una acceso deficiente, por múltiples factores, a una atención visual de calidad y asequible, lo que conduce a la pérdida de visión y, en los casos más graves, a la ceguera.

La atención visual se debe incluir preferentemente en la planificación sanitaria general y tener en cuenta las necesidades actuales y futuras de la población. En las próximas décadas, el crecimiento y el envejecimiento de la población, junto con los cambios de comportamiento y de estilo de vida, provocarán el aumento drástico del número de personas con afecciones oculares, discapacidades visuales y ceguera, lo que supone un desafío que debe abordarse cuanto antes y de forma preventiva.

Revisarse periódicamente la visión no solo es crucial para la salud visual, sino también para el bienestar general. Estos exámenes no solo detectan problemas existentes, sino que también previenen futuras afecciones y garantizan una visión clara y cómoda a lo largo del tiempo. Por ello, te preguntamos: ¿Cuándo ha sido la última vez que te has revisado tu visión?

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